A principios de agosto, tras meses de especulaciones, el astro argentino del fútbol Lionel Messi hizo algo que parecía inimaginable: le puso fin a una etapa de dos décadas en el FC Barcelona y anunció que se incorporaría al París Saint-Germain. Los relatores de mayor renombre  esperaban ansiosos algo que creían les correspondía por derecho propio: la primera entrevista exclusiva con uno de los mejores futbolistas de todos los tiempos, donde podrían hacerle preguntas incisivas sobre temas espinosos como la lealtad y la traición.

Quizá lo único más sorprendente que la salida de Messi del FC Barcelona fue a quién le concedió esa entrevista: a un streamer de e-sports llamado Ibai Llanos. Ibai, un español barbudo y corpulento, fue una elección tan extraña como el contraste entre la camisa de mezclilla desabrochada del streamer con el traje de diseñador y el peinado de peluquería del futbolista. 

Sin embargo, pareciera que Messi entiende de manera cabal la cambiante naturaleza de la economía del deporte: Ibai es una de las figuras más populares —en cualquier idioma— en Twitch, la plataforma de streaming de video en directo, donde se hizo conocido sobre todo por sus eufóricas transmisiones de juegos electrónicos como League of Legends y Among Us.

Ibai incluso consiguió una invitación para la cena íntima de despedida de Messi en la casa del futbolista en Barcelona, a la que también asistieron luminarias como el delantero argentino Sergio “Kun” Aguëro y Shakira. 

La entrevista marcó un hito en el auge de los streamers, que están trascendiendo el mundo de los videojuegos. Es verdad que solo fueron unos minutos, y que poco después Messi les concedió entrevistas a periodistas de la vieja guardia, pero también es cierto que hace tiempo que Ibai se los viene almorzando. Especialmente en Argentina, donde nació Messi, los streamers como Ibai no representan una evolución de las transmisiones deportivas, sino algo totalmente distinto. Son una forma nueva de ser fan. 


A primera vista, Argentina no da la impresión de ser el país más propicio para que alguien como Ibai tenga fans. En un país tan orgulloso, es casi imposible que un español, con su acento y ceceo proverbiales, llegue al corazón rioplatense. 

En parte, el éxito de Ibai se puede atribuir al acceso directo a héroes nacionales como Aguëro y Messi. Aguëro también es streamer, y empezó a transmitir en Twitch durante la pandemia, mientras jugaba a juegos como FIFA y Among Us; a menudo, transmitía con Ibai. El hecho de que uno de los mejores atletas del mundo tire paredes virtuales con Ibai, que también es un héroe del deporte —en su variante online—, demuestra su atractivo en todas las plataformas y para todos los públicos. 

Ibai no solo entrevista a los deportistas y juega con ellos, sino que también transmite en directo partidos de fútbol y otros eventos deportivos, aportando sus comentarios en tiempo real. Es una forma totalmente distinta de ver deporte; se parece más a pasar el rato con un amigo particularmente sociable que a escuchar el análisis técnico de un comentarista de los de antes.

Carlos Rodríguez, fundador de G2, una de las principales organizaciones de deportes electrónicos del mundo, invitó a Ibai a convertirse en creador de contenido exclusivo de la organización. Durante el año que integró el equipo, que terminó en enero de 2021, los seguidores de Ibai en Twitch pasaron de unos 300,000 a casi 5 millones.  

“Está a años luz de todo lo que hay en España”, le contó Rodríguez a Rest of World. “Esto demuestra que el mundo del deporte tradicional está demasiado centrado en sus propias costumbres: ni progresan ni se adaptan”. 

En mayo, Ibai alcanzó el segundo mayor número de espectadores simultáneos de la historia de Twitch con un combate de boxeo que transmitió para 1.5 millones de personas. En el punto más caliente de la emisión, 641,000 personas sintonizaron la transmisión en Twitch de Ibai de la final de la Copa América en julio, que enfrentaba a Argentina y Brasil (a la que los argentinos solo podían acceder por medio de una VPN).

Según las estimaciones de Rodríguez, el 80% de las personas que sintonizó el canal no habría visto la Copa América de otro modo: se conectaron para ver a Ibai. Convirtió la Copa América en un espectáculo aún mayor de lo que ya era, e hizo tándem con Gerard Piqué, otra estrella del FC Barcelona, para transmitirla desde un parque de atracciones español, con invitados especiales como el legendario delantero brasileño Ronaldo y otros conocidos twitcheros.

El streaming está creciendo en América Latina. Según los datos facilitados a Rest of World por la empresa de análisis de streaming Stream Hatchet, la mayoría de los espectadores de Ibai siguen localizados en España, pero esa cifra se está reduciendo mientras que sus espectadores en América Latina pasaron de representar solo el 13% del total a principios de 2020 al 27% a mediados de 2021. 

“Lo de Ibai es genial porque logra algo que el periodismo de siempre es incapaz de conseguir: muestra la intimidad de los protagonistas", dice Ignacio Cruz, un periodista deportivo argentino de 28 años. “No me acuerdo de muchas entrevistas de Messi con periodistas, pero Ibai logró tener un mano a mano con él en livestream”.

La entrevista tuvo lugar unos días después de la cena de despedida de Messi, el 11 de agosto, cuando el París Saint Germain presentó oficialmente al 10 argentino. Tras confirmar que, efectivamente, era la primera vez que Messi aparecía en Twitch, Ibai hizo la pregunta importante:

“Sabes que se han burlado de mí por tu cena, ¿verdad?”. 

“¿Por qué?”, preguntó Messi.

“Porque dicen que me comí toda la comida”, respondió Ibai. 

A los gigantes de la transmisión futbolística no les hizo ninguna gracia. “No entiendo nada y punto”, tuiteó el presentador español Juanma Castaño el día de la entrevista de Ibai.

Un comentarista de fútbol argentino, Gustavo López, hace tiempo que se la tiene jurada a Ibai, y declaró una vez en su programa de radio: "Si Ibai puede estar sentado en su casa sin hacer nada y tener 6 millones de seguidores, yo soy un boludo. ¿Y ahora dicen que es el número uno? Renuncio”. (No renunció, aunque Ibai se burló de él por Twitch).

En Argentina, la aparición de los streamers se suma a un panorama ya tumultuoso, en particular en lo que hace a los derechos de transmisión del fútbol. En 2016, el entonces presidente Mauricio Macri desató una crisis al dar de baja Fútbol para Todos, un programa estatal que transmitía partidos de fútbol de forma gratuita. Las empresas emisoras privadas recuperaron sus licencias para transmitir partidos después de haberlas perdido ocho años antes. 

Muy pronto, las plataformas en línea como Twitch y YouTube se convirtieron en el primer gran desafío nuevo que tuvieron que enfrentar los medios privados tradicionales. En 2018, por ejemplo, Facebook compró los derechos para Sudamérica de la Copa Libertadores, y 27 de los 46 partidos que se juegan al año son transmitidos exclusivamente en línea. 

Por eso no debería extrañar a nadie que para los jóvenes argentinos fanáticos del fútbol Ibai represente una nueva forma de ver deporte. De hecho, cuando Piqué, la estrella del FC Barcelona, adquirió los derechos de la Ligue 1 francesa y autorizó a Ibai a retransmitir en directo el primer partido de Messi —pero solo en España—, los argentinos se quejaron en Twitter de que los hubieran dejado afuera.

“No se puede ver en Argentina el stream de Ibai del debut de Messi en el PSG”, escribió en Twitter Laura Potenza, una cordobesa de 29 años. “Maldita sea”. 

Laura ni siquiera es fanática del fútbol. De hecho, apenas le interesa este deporte. Autodeclarada feminista, considera que la cobertura deportiva tradicional es demasiado machista. Sin embargo, se enteró de la noticia de la salida de Messi del Barcelona y quiso ver de qué se trataba. Decidió ver a Ibai y se enganchó de inmediato. “Parece muy accesible”, le contó a Rest of World. “Se nota que Ibai lo hace con pasión, que le gusta el deporte y comentar”. 

Para ella, Ibai es el futuro. “Las transmisiones deportivas tradicionales son anacrónicas”.

“Las transmisiones deportivas tradicionales son anacrónicas”.

Ahí es donde reside la genialidad de Ibai, y donde el streaming por Twitch se diferencia de las transmisiones tradicionales. Valiéndose solo de su carisma, los streamers crean una sensación de comunidad. La categoría más vista del canal Ibai, por una enorme diferencia, no es ningún juego, sino “charlando tranquilamente”, donde los streamers hablan e interactúan con sus espectadores.

Para Eduard Montserrat, cofundador y director general de Stream Hatchet, el problema de las transmisiones deportivas tradicionales es que son demasiado rígidas; los streamers tienen la libertad de ser más relajados y de crear chistes internos y un lenguaje compartido. “Muchos espectadores ven a los creadores y a los streamers como si fueran sus amigos”, afirma. “No es lo mismo que un presentador de televisión”.  

Montserrat cree que el streaming ofrece un nivel de interacción con el que los medios tradicionales no pueden competir. En particular las generaciones más jóvenes, que se pasan el día en el teléfono o en la computadora, entrar a Twitch o YouTube suele ser más accesible que encender la televisión. No solo es menos complicado; además, ofrece una experiencia más completa. 

“Los ejecutivos y los responsables de tomar decisiones en los medios de comunicación tradicionales no pueden entender la naturaleza sísmica del cambio que se está produciendo a su alrededor”, opina Joost van Dreunen, académico y empresario que se dedica a los videojuegos, al ser consultado por Rest of World. “Los medios de comunicación deportivos tradicionales tienen que adaptarse mejor a los hábitos e intereses del público más joven; de lo contrario, se arriesgan a perder dinero de publicidad en los próximos años”.

Parte del encanto de Ibai no tiene que ver precisamente con la humildad, sino más bien con la sensación de que se divierte y la pasa bien. Descubrió que había millones de espectadores que miraban retransmisiones de deportes electrónicos, y cuando se puso a retransmitir fútbol, de repente se encontró en casa de Messi cenando con Shakira. Ahora, está redefiniendo para una nueva generación lo que significa ser fan de los deportes.

“No está poniendo en práctica ningún plan maestro”, dice Montserrat, el especialista en estadísticas de streaming. “Solo está siendo auténtico”.