Oculto en uno de los pisos superiores de un centro comercial semiabandonado en Altamira, una localidad de clase alta de Caracas, se encuentra Spartacus Arena Esports. Detrás de una reja, luces neón y música distante, una habitación blanca y fría llena de computadoras aloja, por solo una noche, a los venezolanos de Gorgeous Gaming, un equipo de cinco jugadores profesionales de videojuegos en línea, junto a su coach Soraya Borelly. Su comportamiento sombrío delata la seriedad con la que se toman el juego.
El equipo es liderado por Rayko Missael, de 28 años, conocido como “Arrakiz” en el mundo de Dota 2, un videojuego multijugador de batallas en línea. En él, dos equipos de cinco jugadores se enfrentan entre ellos para defender su lado del mapa. Cuando Rest of World conoció a Arrakiz, estaba absorto en una de las múltiples e intensas batallas de la noche. Este era un juego amistoso contra el equipo colombiano al que Gorgeous Gaming se estaría enfrentando en una competencia de liga más adelante.
Los jugadores venezolanos alguna vez estuvieron entre “los mejores del mundo”, según Borelly, pero en 2014 decayeron bruscamente en los rankings debido a las crisis eléctricas y de conectividad que el país enfrentaba. Para el año 2018 habían desaparecido por completo de las tablas de puntaje internacionales.
“Todos mis amigos me decían que tenía que irme del país y jugar profesionalmente”, dijo Arrakiz a Rest of World, “pero nunca pensé que esto era algo que podría hacer a tiempo completo [en Venezuela] hasta que apareció Gorgeous Gaming”.
Borelly se refiere a ellos como “cyberatletas”. Y entrenan como tal: sus mañanas comienzan con estiramientos y ejercicios de movilidad, seguido de prácticas de hasta 12 horas al día, que incluyen estudiar el estilo de juego de sus oponentes. Los jugadores que no se comprometieron del todo con el equipo son reemplazados. Los que se han quedado hasta el final firmaron contratos donde se deciden los porcentajes de ganancia de cada torneo. Aunque Borelly no especificó los términos, usualmente el 60% del premio va a los managers y 40% a los jugadores.
“Nunca pensé que esto era algo que podría hacer a tiempo completo [en Venezuela] hasta que apareció Gorgeous Gaming”.
El contexto venezolano se convirtió en una oportunidad única para emprendedores extranjeros: Venezuela era un lugar lleno de jugadores talentosos, desesperados por dinero, pero sin recursos para competir en los torneos internacionales.
Por eso, Gorgeous Gaming se formó en enero de 2022, cuando Dmitrii Gerasimov e Ivan Zhdanov, dos entrenadores y exjugadores rusos, llegaron a Playa El Yaque, en la isla de Margarita. Su plan era reunir jugadores venezolanos de Dota 2 en una isla barata y paradisiaca y entrenarlos para el campeonato internacional de esports llamado The International, creado por Valve, los desarrolladores de Dota 2. The International reparte hasta $40 millones de dólares en premios, la cantidad más alta repartida por un solo torneo de esports en el mundo. Gorgeous Gaming contó a Rest of World que el proceso de reclutamiento para este bootcamp, motivado por la posibilidad de ganancias económicas, fue agotador, pero prometía la posibilidad de escapar de la pobreza.
“Dota 2, al igual que todos los esports en Venezuela este año, está creciendo”, dijo a Rest of World Javier Colmenares, entrenador y consultor independiente de esports en Venezuela. “Pero para que la escena competitiva del país crezca tenemos que multiplicar el modelo de Gorgeous Gaming: necesitamos inversión, organizaciones de esports y marcas patrocinando los equipos”.
A los entrenadores rusos se sumó más adelante Borelly, la actual manager del equipo, cuyo rol empezó como traductora de español-ruso. Se ganó su lugar en el comité directivo al demostrar sus habilidades de coaching dentro del equipo. Buscaba replicar los modelos de bootcamps de entrenamiento intenso que muchas empresas tecnológicas están aplicando en todas partes del mundo.

“Rusia y Venezuela tienen muy buenas relaciones diplomáticas, así como vuelos directos desde Moscú hasta Margarita”, dijo Borelly a Rest of World, “con lo que Dmitrii e Ivan se dieron cuenta que tenían todo a su favor para fundar esta empresa. Cuando investigaron la región, se dieron cuenta de que todos los equipos [profesionales] estaban concentrados en dos o tres países [de América Latina], así que decidieron darle una oportunidad a Venezuela”.
La llegada de los inversores rusos coincidió con la mejoría de algunas condiciones económicas en Venezuela, poniendo en marcha el regreso de la industria de videojuegos al país. La información proporcionada por Ookla, un servicio en línea que ofrece métricas sobre el acceso a internet en el mundo, mostró que la conexión a internet fija en Venezuela aumentó 3.46 Mbps en 2021, representando un incremento del 113% del año anterior, según DataReportal.
Sin embargo, los jugadores venezolanos tenían mucho trabajo por delante. Cuando los inversores de Gorgeous Gaming pusieron manos a la obra, se dieron cuenta de que la experiencia de los 140 mejores jugadores de Venezuela seguía siendo deficiente en comparación con sus oponentes de Brasil y Perú, los países líderes de la región.
“Mientras los venezolanos migraban y vendían sus computadoras, la comunidad internacional de Dota 2 nos dejó atrás”, cuenta Borelly. “Pero resucitamos Dota 2 en Venezuela y estos últimos siete meses han sido un boom”.
De ese reclutamiento inicial, 20 jugadores fueron seleccionados para un torneo presencial. Allí se les evaluó no solo por sus habilidades en el juego, sino también por su liderazgo, trabajo en equipo y concentración. Al final, cinco jugadores fueron elegidos y mudados a un hotel lujoso en Margarita, donde recibían atención médica, todos los gastos pagados y dinero para uso personal. No tenían permitido tomar alcohol ni salir del hotel. Lo único que tenían que hacer era jugar, tantas horas como fuera posible, mientras los coaches rusos surfeaban.
A pesar de la rigurosidad del régimen, Arrakiz afirma que este sistema lo cambió por completo como jugador. “Tenía todos los recursos para solo enfocarme en jugar, el hotel cubría lo demás”, cuenta, “y así tuve la oportunidad de competir contra los jugadores europeos que lideran el juego”. Ya no tenía que preocuparse por conseguir trabajos informales para pagar las cuentas.
Tanto Borelly como Arrakiz creen que Venezuela está a unos cuatro o cinco años de distancia para calificar en las competencias principales del mundo, como The Major o The International, que aceptan entre 18 y 30 equipos cada año, de entre miles de equipos apuntando a calificar desde todas partes del mundo. Cuando Gorgeous Gaming no clasificó para The International, los emprendedores rusos regresaron a Moscú y enviaron a todos los jugadores de vuelta a casa.
Como venezolana, Borelly aún confiaba en el potencial de sus jugadores, así que decidió mantener al equipo junto e invitó a Arrakiz a mudarse desde San Félix, una ciudad precaria en el este del país, a su casa en Maracay, a una hora de la capital. Allí, Arrakiz tendría la posibilidad de entrenar en arenas como Spartacus, donde la electricidad y el internet están garantizados.
Pero este escape a la crisis venezolana tiene una fecha de expiración muy corta para los jugadores profesionales del país, quienes deben mantenerse en constantes chequeos médicos debido al desgaste que representa para sus ojos, manos y espalda. Según el Washington Post, los jugadores de esports tienen carreras mucho más cortas que los jugadores de la NFL, debido al estrés y agotamiento excesivo.
“Esta es mi única oportunidad de hacer algo grande. Venezuela cambia muy rápido y lo único que puedes hacer es vivir el momento”.
Esta es una de las razones por las que el equipo está tan comprometido con el exigente régimen de Borelly: cada competencia podría ser la última y, fuera de Gorgeous Gaming, la mayoría ni siquiera puede comprarse su propia computadora.
“Cuando tienes un equipo fuerte y compenetrado que juega junto, que se conocen entre ellos y confían en ellos, su team play resalta, y esa es una de las mayores razones por las cuales Gorgeous Gaming está liderando los puntajes regionales”, dice Colmenares. “Yo creo que definitivamente pueden jugar al nivel de otros equipos más consolidados en la región, siempre que sigan recibiendo el apoyo que su directiva les proporciona”.
Borelly afirma que su equipo “100% venezolano” le pertenece tanto a ella como a sus jugadores. Actualmente están en la búsqueda de patrocinadores y planea crear una academia accesible para entrenar a jugadores de Dota 2 desde que son niños.
“No tenemos jugadores de 11 años como otros países, porque Venezuela tiene una generación jóven que ha crecido sin internet y sin electricidad”, comenta Borelly.
Pero Arrakiz no se puede dar el lujo de preocuparse por las posibilidades que la próxima generación de jugadores venezolanos. “Nunca voy a tener esta oportunidad otra vez”, dice. “Esta es mi única oportunidad de hacer algo grande. Venezuela cambia muy rápido y lo único que puedes hacer es vivir el momento”.