A fines de marzo Decentraland, el metaverso basado en blockchain más célebre de tiempos recientes, organizó su primera Fashion Week o semana de la moda: un monumento al arte virtual, la música y la alta costura que tuvo 108,000 participantes a lo largo de cuatro días. 

El evento fue, de alguna forma, una muestra de apoyo por parte de las grandes marcas. Esteé Lauder entregó de forma gratuita 10,000 NFTs (activos digitales no fungibles) inspirados en sus productos de belleza. Dolce & Gabanna organizó un desfile promocionando sus nuevos accesorios y prendas digitales. Grimes, la artista musical, de la DJ de un set con un avatar diseñado por la casa de modas Auroboros. El evento extravagante sucedió en el Distrito de la Moda de Lujo (Luxury Fashion District) dentro de la plataforma, donde un lote de 16 metros cuadrados cotiza en $15,000 dólares. 

Pero la ráfaga de actividades en la Fashion Week distrajo de la realidad de Decentraland: dos años después de que un grupo de desarrolladores argentinos lanzó este metaverso, Decentraland está mayormente despoblado y subdesarrollado. Por fuera de los grandes eventos como la vibrante Fashion Week, Decentraland recibe alrededor de 25,000 visitantes por día, de acuerdo a su información interna. 

La falta de participación no desalienta a los inversores que se apuran para comprar propiedades en Decentraland o para perseguir acuerdos con grandes marcas. La plataforma se creó con el ethos de la gobernanza comunitaria y la accesibilidad, pero diez entrevistas con empleados, exempleados, usuarios e inversores en Decentraland que conversaron con Rest of World dieron la pauta de que el flujo de capital amenaza el futuro de la esta utopía digital. 

“Sencillamente no veo en Decentraland una plataforma viable para crear, a menos que haya cambios drásticos”, dijo a Rest of World un usuario que se identifica como Sin Tachikawa en el metaverso. “El costo es demasiado alto para hacer cualquier cosa”.

Decentraland fue desarrollada en 2017 por un grupo de ingenieros de software argentinos que imaginaron un mundo virtual gobernado por sus usuarios donde la gente pudiera desarrollar experiencias sobre parcelas de tierra pixelada, desde shows de arte hasta juegos de poker, a través de avatares personalizados. Sobre la blockchain de Ethereum, podrían comprar y vender lotes usando un token especial llamado Mana. Todas las decisiones, que podían variar desde crear distritos especializados a subsidiar alquileres a bajo precio o prohibir el uso de términos ofensivos en la plataforma, serían tomadas colectivamente bajo una organización autónoma descentralizada; una DAO (Decentralized autonomous organization). Las decisiones de la DAO serían luego implementadas por la fundación, elegida por la compañía. 

“Los votos favorecen a los ricos”.

En una entrevista con Rest of World en 2020 Agustín Ferreira, quien encabeza Decentraland Foundation, dijo que los fundadores inicialmente vieron al metaverso como una utopía. “Las grandes compañías como Facebook se están aprovechando de todos nuestros datos”, dijo. “Con Decentraland, podemos crear mejores formas de tratar a los usuarios”.

Hay metaversos muy anteriores a Decentraland, como Second Life, pero el proyecto fue el primero en incorporar la tecnología de la blockchain, que permitió que la plataforma fuera descentralizada y distribuida entre sus usuarios. 

Pero, desde el lanzamiento, el proyecto de Decentraland luchó por atraer usuarios. En su primer año la plataforma no pasaba de algunos pocos cientos de usuarios diarios que eran sobre todo entusiastas de las criptodivisas, según Ferreira. Mientras tanto, el valor del token Mana rondaba consistentemente por debajo de $1 dólar. 

Pero lo que la plataforma carecía en usuarios lo compensaba con su sentido de comunidad. Ryan Keiffer, que se unió en febrero de 2021, dijo a Rest of World, “Era una unión muy estrecha y conocías prácticamente a todos. Sin duda tenía una vibra de ciudad chica”.

Entonces, en octubre de 2021, Facebook anunció su relanzamiento como Meta, subrayando el interés de la compañía en el metaverso. Fue así que un término que existía relativamente al margen explotó hacia la conciencia del público general. Poco después, muchas de las compañías de tecnología más grandes del mundo se unieron al entusiasmo por el metaverso, incluyendo a Microsoft, Nvidia y Samsung.

“Facebook los cambió todo — es un monstruo”, dijo Belén Ray, una desarrolladora de software argentina que trabaja en Decentraland. 

La sorpresiva atención global sobre el metaverso provocó un vuelco en la realidad cotidiana de Decentraland. El valor del Mana saltó un 287% al día siguiente al relanzamiento de Facebook como Meta, alcanzando un pico de $5.48 dólares en noviembre de 2021. Rápidamente se sumaron inversores y marcas.

“De pronto, todo el planeta estaba tratando de entender cómo comprar un pedazo de metaverso”, dijo Janine Yorio, CEO de Everyrealm, una compañía de inversión y desarrollo en el metaverso. “Plataformas (como Decentraland) recibieron una cantidad exorbitante de interés especulativo y dólares de inversión”, dijo a Rest of World.

“De pronto, todo el planeta estaba tratando de entender cómo comprar un pedazo de metaverso”.

Como viejo usuario de Decentraland, Keiffer pudo ver lo rápido que cambió la plataforma. Se sumaron muchos usuarios, pero había aún más especuladores. Muchos “son básicamente compañías de terrenos”, dijo. “No hacen mucho más”.

Keiffer se incorporó a una compañía de inmuebles virtuales llamada TerraZero, donde es el chief metaverse officer. Su objetivo era no solo comprar tierra virtual, sino también desarrollarla y hasta alquilarla. La compañía ayuda a los usuarios a poner edificios virtuales y organizar eventos en lotes de tierra, lo cual puede requerir el uso del kit de desarrollo de Decentraland. TerraZero adquirió 185 parcelas de tierra virtual en marzo, valuadas en casi $3 millones de dólares.

El desafío en una DAO como Decentraland es que el poder de voto es proporcional a cuántos lotes o Mana se controlan. En su Discord, usuarios cuestionaron qué impacto podría tener esta influencia financiera. “Los votos favorecen a los ricos”, escribió Tachikawa.

Tachikawa le dijo a Rest of World que estaba esperanzado con el concepto de la DAO, pero pronto se dio cuenta del desequilibrio de poder que generaba. Propuestas que harían a Decentraland más competitiva contra otras plataformas del metaverso, como bajar el costo de entrada a los creadores, son generalmente rechazadas, gracias a la influencia de los inversores con dinero para gastar”. [El sistema de votación] no representa a la amplia comunidad de creadores, representa a especuladores que pusieron un montón de plata desde el principio”. 

Otros usuarios se hicieron eco de Tachikawa, expresando preocupación acerca de la disparidad en la DAO, mientras reconocían que el crecimiento de la plataforma se había dado, sobre todo, por los grandes inversores y las marcas que aterrizaron allí. 

Andrew Kiguel, director ejecutivo del Metaverse Group, la empresa que detenta la tierra en la que la Fashion Week se llevó a cabo, reconoce que un gran desafío para Decentraland es el de atraer nuevos usuarios. Dijo que las compañías que se están movimiento en metaversos como aquel van a tener que tener el mismo acercamiento que firmas tecnológicas tradicionales como Google y Facebook, creando experiencias que atraigan a los usuarios normales generando ganancias por publicidad. 

De todas formas, el mundo de Decentraland está mayormente baldío, a pesar de tener dueños. “Diría que entre el 15 y el 20% está desarrollado”, dijo Kiguel a Rest of World. “En general la estrategia de los inversores fue comprar y especular con que aumente en su valor”. 

Keiffer dijo que hay una clara tensión entre las firmas que quieren desarrollar en Decentraland para atraer más usuarios, como TerraZero, y las compañías que están reteniendo tierra y no haciendo nada con ella. “Si no estás construyendo, no formas parte del metaverso para divertirte o hacer más fácil que lleguen otras personas”. 

Le preocupa que los inversores están llegando nada más porque ven la promesa de hacerse ricos, lo cual contribuye a que persistan los terrenos baldíos en la plataforma. A pesar de que la base de usuarios creció un 3,300% en 2021, las métricas de Decentraland palidecen en comparación a otras plataformas como Roblox o incluso Second Life, que ya tiene casi dos décadas. 

“Es importante, claro, que no tengamos distritos fantasma”, dijo Giovanna Graziosi Casimiro, productora en la Decentraland Foundation y jefa de Fashion Week. “La realidad es que la fundación no se involucra mucho en las discusiones de bienes raíces”, continuó, “lo que pase entre propietarios privados es un asunto privado”.